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Es importante que tengamos en cuenta que no todas las personas que invitamos a nuestra boda asistirán a ella. Generalmente sólo entre el 85% al 90% de los invitados van a la recepción y sólo el 70% de ellos asiste a la ceremonia.
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Ponernos en forma es nuestro anhelo, sin embargo esto no debe significar que debemos vernos flacas. Lo importante es que estemos vigorosas, que practiquemos ejercicios frecuentemente sin hacer excesos y que nos sintamos ágiles.
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Cuando comenzamos los preparativos de nuestra boda, no contemplamos la posibilidad de que haya que suspenderla o aplazarla por algún motivo. A veces esto hay que hacerlo por razones muy considerables como una enfermedad o un accidente.
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Los novios nos ponemos mirándonos uno frente al otro, nos tomamos de las manos y decimos según escojamos convenientemente una de estas fórmulas: Yo, ...te quiero a ti..., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas ...