SERVICIOS - DECORACIÓN

¿Cómo debe ser la decoración de la iglesia?




La decoración es para nosotras algo sumamente importante. Todas queremos que la iglesia y el salón donde realicemos nuestra celebración luzcan admirables.


Para decorar la iglesia, lo primero que tenemos que considerar es el rito específico de la religión en la que hemos decidido casarnos. En la Iglesia Católica, por ejemplo, hay imágenes de la Virgen a la que le podemos ofrecer flores; en otras, hay ciertas regulaciones y no se permiten excesos. Es importante que conversemos con la persona encargada de la iglesia para establecer hasta dónde nos permiten realizar la decoración.


Siempre tengamos en cuenta el estilo general que hemos escogido para nuestra boda. Las tonalidades de la decoración deben corresponderse con el color y el modelo de nuestro vestido de novia, con el ramo y el color seleccionado para el traje de las damas. Todo debe estar en perfecta armonía.


La hora en la que se desarrollará la ceremonia también hay que tenerla en cuenta. En una celebración de día, por ejemplo, podemos hacer combinaciones con colores vivos e intensos.


Valoremos además, el tamaño y las características del lugar ya que no será igual la decoración de una pequeña parroquia, a la de una iglesia colonial, ni a la de un templo moderno.


Otros elementos que debemos contemplar son: la iluminación del lugar, la época del año y la simetría del altar.

Si la iglesia tiene las paredes y los bancos oscuros debemos preferir decoraciones con colores claros para así lograr mayor luminosidad.


Tradicionalmente la iglesia se engalana con flores, candelabros y cirios, pero no hay dudas que la mejor decoración que podemos hacer del altar (lugar principal de la iglesia) es aquella basada en arreglos florales. Las flores siempre dan colorido y majestuosidad.







Aunque las flores clásicas para embellecer y dar un toque romántico al ambiente de la ceremonia son las blancas (lirios o azucenas, rosas, peonías, gladiolos, orquídeas, gerberas, margaritas, claveles, hortensias, nardos, tulipanes, crisantemos, calas), cada vez son más populares las combinaciones con otros colores como amarillo, naranja, rosado, rojo, azul, violeta y verde. Los decoradores pueden lograr resultados extraordinarios combinando el azul con el verde y el naranja con el amarillo. También, si lo preferimos, pueden hacernos arreglos más dinámicos con la combinación de colores pasteles con tonos oscuros, de rojos con verdes o de amarillos con púrpuras.


Al momento de seleccionar las flores, podemos escoger las de la época o podemos recurrir a otras que sean de nuestra preferencia. En este caso, tendremos que cotizar detalladamente porque algunas tienen que importarse y su selección puede variarnos significativamente el presupuesto.







Los arreglos los podemos colocar manteniendo la simetría que exista en el lugar, pero si queremos lograr un efecto de movimiento, entonces debemos preferir adornos asimétricos con flores de tamaños diversos. Para dar mayor realce y contraste podemos combinar las flores con follaje y para darle un toque acogedor, sobre todo al altar, podemos enfocar una luz indirecta. Usualmente, colocamos uno o dos arreglos altos a cada lado del altar y uno pequeño a los pies y en el centro de la mesa del oficiante. El éxito estará en la composición general que realicemos. También, otro punto visual muy considerado es la entrada al recinto, incluyendo el recibidor si existe, la puerta y el pasillo que conduce al altar. Los bancos que dan al pasillo interior de la iglesia los podemos decorar, si es que nos lo permiten, con cintas, telas claras, velas y flores.


Algunos templos cuentan con las alfombras para el pasillo y para el área del reclinatorio; con las banquetas, el reclinatorio y las sillas necesarias para los novios, los padres y los miembros del cortejo. En todos los casos tendremos que precisar con qué se cuenta y coordinar con el decorador lo que realmente se requiera.


Por último, tenemos que fijarnos si se va a realizar otra celebración el mismo día de la nuestra porque en este caso, tendríamos que coordinar cómo vamos a compartir la decoración y los gastos correspondientes.