EL HOGAR

¿Qué voy a necesitar para el dormitorio?




Lo básico en una habitación es la cama con su espaldar, las mesitas de noche y un tocador con espejo. Opcionalmente podemos incluir un mueble con gavetas, un baúl y hasta un sillón.


Generalmente se coloca un televisor dentro de la habitación, para disfrutar cómodamente de los programas favoritos. Sin embargo, hay parejas que no prefieren hacer esto y colocan el televisor en otra área.


Para la cama hay que tener en cuenta:



  • El colchón. Este es el artículo principal e imprescindible del dormitorio. Según el tamaño de la habitación debemos decidir entre el tamaño Queen  o King. El tamaño Full o doble es también una opción para parejas, aunque por ser más estrecho puede resultar algo incómodo. Es importante buscar calidad, firmeza y durabilidad.



  • El protector del colchón. Es una pieza importante ya que se puede quitar y lavar fácilmente, garantizándole al colchón la necesaria protección, además que nos brinda mayor confort.



  • Las sábanas. El tipo de tejido y la cantidad de hilos por pulgada cuadrada determinan la suavidad, calidad y el precio de una sábana. Existen 4 tamaños, que se corresponden al tamaño del colchón: Twin (la más pequeña), Full o Doble (más ancha que la Twin), Queen (más larga y más ancha que las anteriores) y King (más ancha que la Queen). Debemos tener al menos 3 juegos que incluyan la sábana plana para arroparse y la que se utiliza para cubrir el colchón. Para cada juego podemos escoger diseños y colores diferentes.



  • Las almohadas. La calidad de las almohadas depende del relleno con el que están confeccionadas. Pueden ser más o menos suaves. Según nuestra preferencia debemos comprar las que mejor se adapten a nuestra forma de dormir y las que nos garanticen una buena postura. También debemos fijarnos en el tamaño para que se corresponda con el del colchón. La mayoría de las almohadas son lavables y traen una etiqueta que nos da las especificaciones sobre esto. Tendremos que renovarlas cuando pierdan la firmeza, se rompan, se deteriore la tela que las cubre o huelan desagradablemente.



  • Los protectores de almohadas. Para las almohadas existen protectores que son muy útiles porque con ellos nos evitamos tener que lavarlas muy seguido, logrando así mayor durabilidad.



  • Las fundas. Las telas de las fundas, igual que las sábanas, determinan su calidad. Debemos precisar el tamaño para que sea el correcto según las almohadas que tengamos. Generalmente, las adquirimos junto a las sábanas haciendo juego con ellas.



  • El cubrecama y el vuelón. Lo recomendable es tener al menos dos cubrecamas para poder intercambiarlos cuando uno esté lavándose. Hay muchos estilos y diseños. Debemos buscar lo que mejor se adapte a nosotros y pensando en lo funcional y práctico. Además, tengamos en cuenta el color, porque éste debe combinar con el resto de la habitación, con las cortinas y con las paredes. Algunos diseños de camas requieren de un vuelón que cubra la parte inferior del colchón. El diseño, la textura y el color del vuelón deben combinar con los cubrecamas.



  • Las frazadas. Para las noches frías son muy buenas las de lana. También las hay de algodón que son suaves, ligeras, sencillas y permiten arroparnos dejando pasar el aire.