¿Cómo debo cuidar el vestido de novia?
Si el vestido nos lo entrega una tienda especializada, un diseñador o una lavandería, debemos velar que nos lo den debidamente protegido y envuelto en abundante papel de seda. No obstante, si el mismo día de la boda nos damos cuenta que el vestido tiene algunas arrugas, lo que podemos hacer es colgarlo en el cuarto de baño y abrir el agua caliente. Cerremos la puerta y dejemos que el vapor haga su trabajo. Si tenemos una plancha de vapor de mano sería la mejor opción, pero debemos cuidar no colocarla directamente sobre el vestido porque puede mancharlo.
Cuando estemos usando un vestido largo debemos evitar movimientos bruscos y caminar hacia atrás. Si la cola es muy larga podemos colocarla sobre el brazo para evitar que se enganche con algo, hasta que lleguemos a la puerta del lugar donde se realizará la ceremonia. Dentro del vehículo acomodemos primero la cola y después sentémonos, previendo que la cola quede detrás de nosotras al bajarnos. Lo más recomendable es que nos lo probemos días antes y ensayemos caminar, sentarnos, bajar escaleras y recoger la cola con la mano. Si el vestido tiene la opción de que la cola puede recogerse, es necesario que la persona que nos va a ayudar con esto practique el proceso para que llegado el momento, antes de la recepción, no existan contratiempos.
Cuando todo termine es bueno que alguien se encargue de llevarnos el vestido a la lavandería para eliminar cualquier mancha o residuos de comida, u otra suciedad que pueda dañar la tela. Después, nos encargaremos de envolverlo bien en papel de seda o en abundante tela de algodón y lo colocaremos en una caja evitando que le de la luz, sin olvidar colocarle una pastilla de naftalina dentro. De esta manera, aquel vestido que con tanto esmero e ilusión buscamos y lucimos estará listo para enfrentarse al paso de los años.
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