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Las uñas y las manos son objeto de observación durante la boda, incluso hasta son fotografiadas: con el anillo, con el ramo o entrelazadas con las de nuestra pareja. Las manos no podemos olvidarlas, ellas también requieren de nuestro cuidado diario.
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Decidir a quién invitamos a nuestra boda no es tarea fácil. Hay que tener en cuenta el factor económico, familiar, sentimental, profesional y el grado de compromiso que existe con determinadas personas. Algunas parejas dividen los invitados en 5 grupos ...
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Esto nos otorga más libertad para tomar todo tipo de decisiones. Podremos irnos todos a la playa y hacer una celebración bien informal o cualquier otra cosa que nos dé ilusión, aunque quizás escandalice a unos padres tradicionales.
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Preparar la luna de miel no difiere mucho de preparar un viaje cualquiera. Consultar con una agencia de viajes puede permitirnos encontrar lo que mejor se ajusta a nuestro presupuesto, pues generalmente ellas tienen ofertas muy atractivas.