SERVICIOS - DECORACIÓN

¿Cómo debe ser la decoración de la recepción?




Por lo general, invertimos más esfuerzo y dinero en la decoración de la recepción que en la de la ceremonia, porque las iglesias por sí solas ya están decoradas y hasta en ocasiones podemos compartir los gastos con otra pareja que se case el mismo día que nosotras.


La decoración de la recepción dependerá del lugar y del tamaño del mismo, de la cantidad de invitados, de la hora en que se realizará la actividad, de cómo se ofrecerá la comida y del estilo de la boda.


Si por ejemplo, vamos a realizar la boda en un jardín, en el campo o en la playa, lo ideal es que la decoración refleje lo espontáneo, desenvuelto y sencillo de una boda al aire libre.


El tamaño del lugar debe ser apropiado para la cantidad de invitados que sabemos asistirá a la recepción. Si se trata de un lugar espacioso tendremos que colocar grandes arreglos, pero si es un espacio pequeño debemos preferir los adornos que no achiquen más el lugar y seleccionar arreglos florales preferiblemente en forma de pequeños pucheros. Además, con la incorporación de espejos y luces en la decoración, lograremos la ilusión de amplitud.








Debemos evitar columnas, adornos florales o plantas naturales que dificulten la movilidad de los presentes y el acceso a la mesa del buffet o a la pista de baile.


La hora en que realizaremos la recepción no sólo determina el tipo de comida y servicio que debemos hacer, sino también nos indica en gran medida el tipo de decoración que debemos utilizar. De día, por ejemplo, son apropiados los adornos más dinámicos, menos rígidos, el uso de combinaciones de colores, de texturas y de materiales diversos.


La decoración tiene que corresponder con el estilo que hemos escogido para la boda y esto a su vez está condicionado por cómo somos nosotras. Así que al final, todo va a depender de si somos de las que disfrutamos de la naturaleza, si nos gusta lo elegante y majestuoso, si preferimos lo sencillo y casual, si nos agrada lo tradicional o si nos sentimos como una novia vanguardista y moderna. Siempre nuestra intención será que todo sea único, pero sobre todo que represente nuestra personalidad.


Podemos usar adornos magnánimos y distinguidos, colocar grandes centros de mesas y combinar flores, velas, porcelanas, plata y cristales. O podemos dar un toque más moderno, empleando una variedad de colores menos tradicionales. Lo práctico es que escojamos el color que definirá toda nuestra boda y a partir de éste declinemos una gama de tonalidades para combinar todo tipo de materiales. También podemos crear áreas diferentes, delicadamente diferenciadas y que acentúen el ambiente festivo.


Si somos minimalistas, es decir optamos por la ausencia de demasiados elementos decorativos, y preferimos todo aquello que no sea ostentoso, entonces sólo tendremos que colocar estratégicamente pequeños detalles que sean capaces de captar la atención de los presentes, como una flor en un fino florero o una pequeña vela aromática.


El estilo ecléctico es otra tendencia decorativa muy de moda. Lo podemos lograr creando bellos ambientes a partir de la combinación de diversos estilos. No hay normas específicas para hacerlo, pero lo ideal es seguir una línea temática que podamos seleccionar basada en una película, un personaje, una época, una cultura, un país o una obra de arte. Podemos centrarnos en temas derivados del mar, de la tierra, del aire, de la naturaleza, de las estaciones del año; en fin, de lo que mejor refleje nuestros gustos, ideas y anhelos.